Titulo del fic: Entre vampiros y guerras
Parejas: KyuMin
Tipo: Yaoi
Género: AU, Lemon
Advertencias: NC-17,
Descripción: Un vampiro y un humano se conocen y de inmediato surge una atracción entre ellos, sin embargo, el vampiro esta enfrascado en una lucha contra los de su misma especie. ¿Dejará su lucha? ¿Convertirá al humano en otro vampiro? ¿Iniciaran una búsqueda juntos?
¿Soy un traidor? No lo se, si matar a los de mi propia especie me
convierte en uno, pues entonces lo soy.
A pesar de que he sido creado hace cientos de años, aún no puedo sentir el más mínimo
aprecio por mis compañeros de eternidad. Sin embargo, a pesar de que durante
mis primeros siglos de vida me alimente de los humanos no puedo evitar sentir
admiración por la corta vida que tienen y los pequeños triunfos que logran con
ella.
Es por ello, que desde que se
declaró la guerra contra ellos, puse fin a mi existencia como un bebedor de
sangre humana, reemplazando el alimento que me mantiene vivo por un compuesto
sintético que tras muchos fracasos logré crear y del cual menos de la cuarta
parte de vampiros se alimenta de el. Pero el resto de vampiros se niegan
siquiera a intentarlo.
Día tras día aparecen en los
periódicos personas que mueren en extrañas circunstancias, la mayoría son jefes
de la mafia vampírica diría yo, aunque eso los policías no lo saben, y es que a pesar de que hay vampiros que pasan el milenio
de edad, nuestra existencia real para
los humanos todavía constituye una fantasía de libros y películas de
ficción.
Pero bueno regresando a esas
extrañas muertes, he de confesar que yo soy el responsable, el porque de esto
es que los vampiros quieren apoderarse
del control de la ciudad y luego del país, y posiblemente esto se este llevando
a cabo también en otros países. El objetivo, crear con los humanos un gran
banco de sangre y crear un mundo dominado por los vampiros con una provisión
permanente de sangre.
El pequeño grupo de vampiros rebeldes, como nos llaman, estamos
repartidos en todo el mundo, evitando la destrucción del mundo. Por suerte para
mi, fui enviado a mi hermosa Seúl, la
ciudad donde nací hace varios siglos. Hace tanto tiempo que me fui de aquí, y
ahora que regreso la encuentro tan cambiada, pero para mí sigue igual de bella.
Ahora mismo me encuentro en la cima de la Torre N de Seúl, admirando las
centellantes luces de toda la ciudad. Solo por hoy me dedicaré a recorrer este
nuevo Seúl que me encuentro, mañana localizaré a mi principal objetivo.
Son casi las 4:30 de la mañana,
a veces olvido mi odiosa condición nocturna por lo que he tenido unos cuantos
encuentros con el dios sol, lo que ha resultado en quemaduras y cuyas huellas
se borran con el pasar de los años, y es por ello que mi piel luce tan lisa,
suave y pálida en estos momentos. Pero
hoy no puedo olvidarlo, necesito estar
completamente sano para iniciar esta guerra de la que tal vez no salga vivo.
Ha pasado un mes desde que
regrese a Corea, en este tiempo he
localizado a más de cien grupos de vampiros todos ellos perteneciente a la
misma organización dirigida por el vampiro más antiguo y por lo mismo más
fuerte que existe en este país, Choi Seung Hyun
más conocido como T.O.P. He eliminado a la mayoría de sus grupos, todos
ellos en las afueras de Seúl. Se que me andan buscando, no solo ellos, también
la policía, pero mis años de entrenamiento sumado a mis habilidades vampíricas
les ha resultado imposible incluso me llaman el asesino fantasma.
Les resultará extraño que la
policía me busque por matar vampiros ¿cierto? Pero contrario a lo que ha creado Hollywood,
nosotros los vampiros no nos convertimos en ceniza cuando nos matan, a menos
que sean los rayos del sol los que lo hagan, por lo que al asesinarlos con
espadas los cuerpos quedan intactos para que la policía los encuentre. Esta
noche empezaré a matar en plena capital
coreana, mi primer encuentro es con el grupo dirigido por unos de los vampiros
más feos que han sido creados, aún no entiendo porque lo convirtieron, pues una
de las reglas básicas para crear un vampiro es que fuera portador de una belleza
excepcional. Voy en camino de encontrarme con Kang Ho Dong, esta noche es su
final.
Llego al prostíbulo que dirige,
y que en realidad es solo una fachada, pues todas las putas que trabajan ahí
son vampiresas que usan sus encantos para asesinar y proveer alimento al grupo
de Kang o para realizar chantajes a los funcionarios públicos o empresarios que
usan sus servicios. Ya pasan de las 11 de la noche cuando entro al lugar,
apenas están abriendo por lo que no hay clientes, un buen momento para
eliminarlos sin que haya victimas humanas.
Nadie me detiene, de inmediato detectan que soy un vampiro pero no
sospechan que soy yo el ha matado a sus compañeros. Mi belleza atrae tanto a
hombres como a mujeres que están en el
salón principal, mejor así mientras están embelesados mirándome alzo mi brazo y
lo paso por arriba de mi cabeza para localizar en mi espalda la katana que
cargo siempre y de un veloz, casi imperceptible movimiento, doy cuenta de los
vampiros más cercanos a mí. Los que quedaron vivos en ese primer movimiento no
tardaron en reaccionar y atacarme.
Me doy cuenta que todos aquellos vampiros no cuentan siquiera con 50 años de
existir como tales, ante mi resultan tan débiles como un niño, que no tardo ni
cinco minutos en matarlos a todos, ante el pequeño y rápido escandalo bajan el resto de lame botas de
Kang y el mismo. Les ordena rápido que me maten pero estos también son
demasiado débiles, sino fuera por la cantidad habría acabado en un dos por
tres.
Me quedaban tres vampiros más su
jefe, pero lo que no me esperaba era que
esa noche la policía tenia planeado una
redada en ese lugar precisamente, así que al terminar de matar al último
subordinado de Ho dong, me distraje con el sonido de las sirenas de las
patrullas que llegaban al lugar, momento que aprovechó el otro vampiro para
herirme en la pierna y huir, el dolor
que atravesaba mi carne desgarrada no me dejó reaccionar a tiempo, por lo que
al instante de empezar mi fuga entró uno de los fiscales que al verme
empezó a seguirme hacia la salida trasera de aquel prostíbulo.
En medio de mi huida, y al no
poder usar bien la pierna trastabille y caí, tiempo que hizo que el fiscal me alcanzara y detuviera, me levantó del suelo
con fuerza y me azotó contra la pared del callejón donde nos encontrábamos. Nos
quedamos viendo cara a cara, no se cuanto tiempo duramos así, pero para mi fue
una eternidad en la que pude observar su rostro
a detalle, sus cabellos castaños y alborotados, sus ojos de un color
café obscuro casi negro, sus labios rosados y un poco gruesos, las marcas de
acné que le dejara la adolescencia y su blanca piel, aunque no tanto como la
mía.
¿Quién eres? Me preguntó, ¿tu
nombre? Me volvió a decir, al ver que la primera vez no le respondí, su voz
sonó tan maravillosa que hizo que por un instante bajara la guardia y le
respondiera –Lee, Lee Sungmin. –Hace tanto
que nadie me preguntaba mi nombre, el mismo tiempo en que mis labios
tampoco lo habían pronunciado que me pareció extraño. Él sujeto volvió a quedarse callado observándome, cuando
intento esposarme reaccioné y lo empuje
con una fuerza medida, si usaba mi verdadera fuerza lo hubiera mandado volar
varios metros, pero no quería hacerle daño, y sin más salí corriendo.
Hace tres días que no salgo de
mi refugio, necesitaba tiempo para que la herida de mi pierna sanara
completamente, pues uno de los inconvenientes de alimentarme con esa sangre
sintética era que el periodo de sanación era lento, si consumiera sangre humana
la herida hubiera sanado en cuestión de horas. Así que por decima ocasión esta
noche observo la billetera que le robé al fiscal la noche anterior, centrándome
en la identificación donde leo una vez más los datos: nombre: Cho Kyuhyun,
fiscal de distrito, 23 años.
POV por Kyuhyun
Ha pasado una semana desde mi encuentro
con ese desconocido, no se porque pero estoy seguro que él mató a todos esos
delincuentes del prostíbulo, sin embargo, no puedo olvidar la dulzura que mostraba su rostro, no puedo clasificarlo
como un hombre guapo o atractivo, sería injusto con él, pues en realidad es
hermoso. Cada vez que cierro los ojos
puedo verlo claramente, ojos negros y expresivos, labios delgados de un color
rosa intenso casi rojo, el cabello negro como el ébano, largo y lacio que llevaba recogido en una coleta con mechones a
cada lado de su rostro que lo enfatizaban aún más y que hacia un enorme
contraste con la blanca piel que parecía porcelana pura.
Me había pasado una semana del
trabajo buscando por todas las bases de dato nacionales e internacionales, que
conocía, el nombre de Lee Sungmin, pero los registros que aparecían con ese
nombre y la fotografía no coincidían con aquel sujeto, la otra parte del día, o
más bien cuando salía del trabajo y estando en mi solitario departamento me
acostaba y cerrando los ojos me ponía a recordarlo y sintiendo que algo en mi
interior quería encontrarlo y no precisamente para encarcelarlo.
No se porque pero últimamente me
siento observado, algo curioso es que sólo lo siento por las noches, sin
embargo, lejos de ponerme nervioso esa sensación, me transmite cierta calma y
seguridad y, aunque parezca irracional, cercanía con el desconocido que había
atormentado mi cabeza por varios días.
Hoy el fiscal general nos
informó del paradero de Kang Ho Dong, mi intuición me dice que es probable que
allí encuentre a Lee Sungmin, que tal vez vaya a terminar lo que empezó, no se
que tendrá en su contra si es venganza personal o alguna mafia enemiga lo haya
contratado para eliminar a su rival, lo que si se es que su mirada expresaba
una profunda tristeza y melancolía, algo en mi quería ver brillar de felicidad
sus ojos y apreciar una amable sonrisa en su bello rostro.
Para variar, otra vez la redada
al tipo ese era de noche, no se porque siempre era de noche cuando hacia su
negocios, durante el día es como si no
existieran ni Kang ni su pandilla, ahora que lo pensaba bien todos esos grupos
mafiosos que habían sido eliminados a todo lo largo de Corea tenían eso en
común, ninguno cometía sus fechorías durante el día, todos los negocios sucios
y muladares que tenían funcionaban y se hacían durante la noche.
Era pasada la una de la mañana
cuando llegamos al escondite de Ho Dong, y al parecer habíamos llegado
demasiado tarde, no podía contar cuantos cuerpos estaban tirados en el suelo, sólo sabía que eran
muchos para que una sola persona los hubiera matado a todos. Otros dos fiscales y la policía que nos acompañaba se quedaron a
examinar la escena del crimen, por lo que decidí ir a inspeccionar otras partes
del edificio. Me encontré con una
escalera que al parecer se dirigía a un sótano, iba a pasar de largo cuando un
ruido llamó mi atención y decidí bajar a
inspeccionar.
La luz en aquel lugar no era
mucha, pero si la suficiente como para identificar que las dos personas o seres
que allí se encontraban eran Kang Ho
Dong y mi tortura mental Lee Sungmin. Iba a intervenir cuando observe como Kang
cambiaba la expresión de su rostro a una horrible mueca y de como de su boca se
asomaban un par de largos colmillos y
como de un impresionante salto brinco para atacar a Sungmin. Ver eso me dejó
impresionado, la misma impresión que me dio al ver moverse al misterioso sujeto
a una velocidad nada normal para un ser humano.
-Deberías rendirte, el Gran Jefe
ya sabe de ti. Y tú sabes que él es el ser más poderoso de Corea. –Le dijo Kang
a Sungmin –Mejor, así esta enterado de quien lo va a matar. –Respondió, e iba a
volver a atacarlo cuando por una torpeza
mía, hice un ruido llamando la atención de ambos, lo que dio como resultado que
Ho Dong se dirigiera a mí y tratara de matarme, cosa que impidió aquel chico,
así que el horrible tipo solo logró herirme y huyó de nueva cuenta a una
sorprendente velocidad.
Mi herida no fue grave pero si lo suficiente
como para hacerme perder el conocimiento por el golpe que me di en la cabeza.
No se cuanto tiempo había pasado, ni
siquiera sabía si ya había amanecido, pues el lugar donde me encontraba
estaba completamente oscuro, por lo que
pude observar, mi herida había sido curada me levanté de la cama donde me
encontraba camine hacia un sofá que había cerca y pude ver como mi
chico misterioso dormía plácidamente. Sentí mi estomago pedir por algo
de comida, así que me fui hasta la cocina, abrí el refrigerador y solo
pude hallar que estaba casi lleno con
botellas cuyo contenido era un liquido de color rojizo casi tan intenso como la sangre, pero halló
también una botella de jugo de naranja y un par de platillos para recalentar en
el microondas, saco uno de ellos y el jugo y lo asiento en la mesa, donde encuentro
el ticket que demostraba que el bello durmiente lo había comprado en una tienda
de 24 hrs a las tres de la madrugada de aquel día.
Consulté la hora en mi celular después que terminé el desayuno, estaba
dispuesto a esperar que el otro despertara, encendí el televisor que había en
la habitación donde había despertado, dieron las 12 y luego la una de la tarde y
nada, así que decidí que yo también dormiría un rato, al fin y al cabo no podía
irme sin más pues el otro le curó la herida, además de que no sabia donde
demonios estaba.
Abrí los ojos, si antes estaba
oscuro aquel sitio ahora lo estaba aún
más, así que supuse que ya era de noche, de nueva cuenta saque el celular. Las
7:30, me levanté y salí a ver si el otro chico ya había despertado. Me
sorprendí al no encontrarlo, pero casi
al instante salió del baño secándose el cabello con el torso descubierto
pues solo llevaba puesto unos jeans. Algo dentro de mí pareció despertar, pues
antes de él no había tenido una gran atracción sexual ni por hombres ni por
mujeres.
-Hola –me dijo algo tímido, yo
también le respondí con un simple hola. Entonces el empezó a preguntarme sobre
la herida y el golpe que había tenido durante la noche pasada, a lo que
contesté que estaba bien y que no fue nada grave. Entonces el me dedicó una sonrisa,
y por dios que sonrisa, era la más
hermosa sonrisa que jamás había visto en mi vida. Pero esta se borró cuando
empecé a cuestionarle de su sorprendente velocidad y los extraños dientes que
vi en la boca de Ho Dong.
Él empezó a relatarme su vida,
me confesó que era un vampiro y cuando fue creado y aunque me fuera difícil
creerlo tenía casi tres siglos de existencia, me dijo que cuando lo
convirtieron el tenia 20 años y a eso debía que conservara aquella
belleza que portaba. Me contó quien era en realidad Kang Ho Dong y los planes
que tenia el afamado empresario T.O.P.
que en realidad era el vampiro jefe en Corea. Claro que para relatarme su vida
entera tardo casi tres noches, pues debe dormir durante el día, y una noche no
basta para hablarme de 300 años de historia.
También me dijo que el ya no se
alimenta de sangre humana desde hace muchos años, eso me lo dijo porque al
momento de mostrarme sus colmillos, ya que cuando me confesó que era un vampiro
no le creí, expuso sus caninos y supongo que mi rostro habrá echo una expresión
de miedo por lo que rápidamente me tranquilizó asegurándome que no era un
bebedor de sangre humana y que se alimentaba de la sangre sintética almacenada
en el refrigerador.
Durante todo ese tiempo no he
regresado a mi departamento y mucho menos a mi trabajo, se que me están
buscando pues llevo mas de 100 llamadas perdidas y como 50 mensajes en mi
celular que me han hecho mis compañeros y jefes, pero algo me impide alejarme
de Sungmin, aún no se que es pero siento que no puedo dejarlo. Sin embargo, se que tengo que presentarme e
informar que no estoy muerto y porque se también que en poco tiempo más
encenderán el localizador de mi teléfono y me ubicaran y no quiero que irrumpan
en el refugio de Sungmin, así que esta última noche me despido de él para
presentarme a primera hora en la fiscalía.
Han pasado dos días desde que no
le he visto, y no puedo engañarme mi
mismo, lo extraño, han sido dos noches en que sueño con él, y no son sueños
nada castos, todo lo contrario tengo deseos de poseer su alma y su cuerpo y
borrar aunque sea por un momento esa tristeza que lleva tatuada en su rostro.
Nunca antes había creído en el amor a primer vista, pero vamos antes de
conocerlo a él tampoco creía en vampiros,
pero se que me he enamorado como un tonto de Sungmin, ¿los vampiros también se
enamoran? Quiero creer que si pueden.
Narrado en tercera persona
Desde que Sungmin le platicó
sobre los planes de T.O.P., Kyuhyun lo ha estado investigando, esta noche se
infiltraría al edificio propiedad del gran empresario. Sabía que su vida corría
peligro, pero su espíritu aventurero y el hecho de impedir que T.O.P. tomara el
control de Corea le dictaron que tenía
que hacerlo. Sungmin, había estado vigilando a Kyuhyun por las noches, esa
noche cuando el detective subió a su auto y tomó un rumbo diferente al de donde se ubicaba su vivienda
tuvo un mal presentimiento, así que lo siguió para encontrarse con la sorpresa
de que se estacionaba cerca del T.O.P. Inc.
Building.
Lo ve bajar del auto y entrar sigilosamente
al edificio viendo hacia los lados cerciorándose de que nadie lo viese, pero lo que Kyuhyun no ve y Sungmin si, es
que uno de los subordinados de T.O.P. estaba arriba de la entrada vigilando y cuando vio entrar al fiscal bajó de un salto y lo siguió. El
vampiro supo de inmediato que el humano
estaba en graves problemas, así que entró y se
encontró con Kyuhyun acorralado por cuatro vampiros.
Si lo dejaba, Sungmin sabía con certeza que el fiscal tendría una
horrible muerte, sin embargo, el sentimiento que empezó a sentir días atrás
cuando lo conoció y durante los días que convivieron juntos hizo que se lanzara
a matar a quienes acosaban a Kyuhyun. En cuestión de minutos acabó con los
cuatro que estaban en ese piso y con el resto que fueron atraídos por el
escandalo. Para proteger al humano salió del lugar llevando al otro de la mano,
ambos subieron al auto del fiscal y huyeron hacia la morada del vampiro.
Una vez ahí, resguardados en la
semioscuridad de aquel lugar, los dos sienten felicidad por estar nuevamente
juntos. Con la mirada se dicen tantas cosas que no pueden expresar con las
palabras. Hasta que Sungmin decide romper el silencio.
-Kyuhyun, ¿acaso estas loco? No
debes involucrarte en esto. –Dijo el vampiro con tono de preocupación.
-Lo se, pero es mi deber
proteger a mi país, y también quiero conocer más de ti y entenderte.
-¿Por qué? En esto, tú serias el
primero en salir lastimado o… o muerto.
-¿Por qué? Porque me gustas,
porque desde la primera vez que te vi me sentí atraído por ti, porque te deseo,
y porque ceo que siento algo más que atracción sexual.
-La atracción que sientes por mi
puede ser debido a mi condición de vampiro. Pero yo tampoco voy a negar que yo
también te deseo, como no había deseado a nadie en muchas décadas o cientos de
años.
En ese breve lapso de tiempo hablaron
y se dijeron sobre la mutua atracción, no hubo confesiones de amor, cada uno
sabía que darle tal nombre era un error, uno luchaba contra la eternidad y
el otro con la muerte, y no había cabida
para el amor entre ellos. Así que
solo convinieron en entregarse al deseo
carnal.
Los cuerpo se acercaron, y las
bocas empezaron a devorarse, sus lenguas
luchaban por el control de la otra. La
sensación de las pieles era tan distinta al tacto, la del vampiro era de
una blancura poco usual y tan suave pero a la vez era fría, y la del humano
conservaba la aspereza de la vida y el calor de la misma. Cuando ambos quedaron
con los torsos desnudos y pegaron sus cuerpos semidesnudos fue un choque
electrizante.
La pasión aumentaba a cada
segundo a cada roce. En medio dela danza erótica de sus lenguas se dirigieron a
la habitación que se hallaba en aquel
lugar, y se tiraron en la cama, donde Kyuhyun durmió durante su estancia con el
vampiro. Ahora esa cama se convertiría en la cómplice de ambos. El fiscal estaba acostado y encima tenía a Sungmin, sintió como la lengua
del vampiro recorría su pecho, succionando sus tetillas, lamiendo su vientre y
tal vez saboreando el olor de su sangre pensó el humano.
Los movimientos del vampiro eran
rápidos, y antes de que el fiscal se diera cuenta, ya tenia desabrochado el
pantalón y el vampiro se estaba encargando de deslizarlo bajo sus nalgas
llevándose con ellos los bóxer que tenía puestos. En menos de lo que pensó
Kyuhyun ya se encontraba desnudo, al igual que el vampiro del que no se dio
cuenta en que momento se había desnudado.
Las frías manos del inmortal
empezaron a masajear el pene del humano, y luego sustituyó las manos por su
boca y lengua, que contraste para el fiscal, pues mientras el resto del cuerpo
de Sungmin era frío, su boca, su maravillosa boca era un pequeño túnel cálido
que le brindaba la más extraordinaria experiencia que jamás haya tenido, y
mientras le daba la mejor mamada de su vida, los movimientos eran
deliciosamente lentos.
De repente todo se detuvo,
Kyuhyun dirigió se mirada a Sungmin,
preguntándole en silencio que ocurría, el vampiro solo le pregunto si el tenia
esposas y que por favor lo esposara a la cama. El otro no entendió y tampoco
quiso saber la razón, solo obedeció busco las esposas y unió las manos del
vampiro atrás de una de las barras de la cabecera de la cama. El inmortal le
indicó que ya podían continuar. Ahora era
turno del humano para devorar el
erguido pene del vampiro, notando como este curvaba la espalda del
placer que recibía.
Sungmin le pidió que lo
penetrara, que necesitaba tenerlo dentro, el humano inició la tarea de dilatar
la entrada del ser que lo acompañaba con los dedos, le abrió las piernas y se
colocó en medio de ellas para luego con su mano dirigir su palpitante pene
hacia ese sonrosado orificio y penetrarlo lentamente. Una vez estuvo
completamente dentro del vampiro espero la indicación del vampiro para empezar a moverse y cuando
la tuvo inició con movimientos lentos, en los que sacaba su miembro por
completo y lo volvía a meter hasta el fondo, así estuvo por un tiempo hasta que su propio
cuerpo empezó a gritarle por llegar al clímax, solo entonces empezó con movimientos mas rápidos, hasta que en uno
de ellos tocó un punto dentro del inmortal que lo hizo arquear la espalda.
Kyuhyun siguió golpeando ese lugar con
su pene.
Del placer que Kyuhyun le daba, el vampiro no
podía controlar sus reacciones, giró su rostro hacia un lado tratando de
ocultar sus colmillos y el cambio de coloración de sus ojos, cada vez que
sentía como el fiscal golpeaba aquel punto en su interior sus sentidos
vampíricos se incrementaban y querían saciarse bebiendo la sangre hirviente del
humano, por ello pidió que lo esposaran, porque aunque no le gustaba beber
sangre humana no podía evitar que sus sentidos le pidieran a gritos saciar esa
sed. Sentía como con cada golpe iba perdiendo
más y más el control, hasta que una última estocada le envío un mensaje
a su cuerpo diciéndole que había llegado
a el clímax físico y mental y también
se dio cuenta de que el fiscal lo
experimentó al mismo tiempo que él, pues sentía como el otro lo llenaba por
dentro con ese liquido caliente creador de vida.
Aquel solitario y silencioso
lugar fue durante dos noches fue mudo testigo de los sonidos eróticos que
pueden emitir dos cuerpos durante la entrega sexual, no había palabras ninguno
las necesitaba por ahora, no querían romper ese breve hechizo nocturno. Pero la
tercera noche que Kyuhyun fue a buscar al vampiro no lo encontró y la noche siguiente a esa
tampoco, Sungmin había desaparecido sin decirle nada, dejándole solo el
recuerdo de esos pocos días que pasaron juntos. Sin embargo, también
experimentó cierto temor al enterarse que a los pocos días de desaparecer su
amante vampírico, el gran T.O.P. también desapareció. No pudo evitar pensar en
las dos más probables posibilidades, una que
T.O.P. haya matado a Sungmin, y
la otra que haya sido Sungmin quien matara al otro vampiro, y reamente deseaba
que fuera la segunda opción.
Para Kyuhyun, el tiempo pasado
con Sungmin, aunque poco, habían sido los mejores de sus 23 años de existencia
y mantenía la esperanza de que siguiera con vida, quería volver a verlo y volver a poseer ese hermoso
cuerpo de casi 300 años de edad.
Comentario
Este os esta inspirado en las crónicas
vampíricas de Ann Rice y en las películas: la hermandad, blood the last vampire
y una película que no se el nombre pero que vi hace muchísimo tiempo. Tiene
secuelaPara nada inspirado en la saga
crepúsculo porque no he visto las películas ni leído los libros, el lemon
me lo inspiro una película de vampiros de los 90, la vi hace mucho y
lamentablemente no recuerdo el nombre, quisiera volver a verla, Me gustó ponerle lemon aunque
esta ligerito casi un lime, esto fue porque en las crónicas vampíricas en
el ladrón de cuerpos Lestat nos habla sobre el deseo sexual que pierden
los vampiros